A simple vista es imposible diferenciarlas desde el exterior pero rebanada de abrirlos y verá la distinción más importante entre mozzarella y burrata: la crema de leche!
Aunque aparentemente son iguales, la mozzarella y la burrata solo comparten la forma y que ambos son quesos de origen italiano.
En muchas ocasiones se consideran a la Burrata como una variante de la Mozzarella, debido a que la Mozzarella es uno de los ingredientes principales con que se elabora la Burrata, pero podemos definir que la Burrata es un queso en sí mismo y no un subproducto de la mozzarella, y que cada queso posee una personalidad distinta y bien definida:
-
El nombre de Burrata proviene de una de sus principales características: la textura cremosa y suave que recuerda la de la mantequilla, “Burro” que en italiano significa mantequilla.
-
La principal diferencia es que la Burrata es mucho más cremosa y suave que la Mozzarella.
-
Los dos quesos están elaborados con un método de elaboración de pasta hilada. Pero la Burrata además, esta rellena de crema de leche “Stracciatella” en su interior, que le aporta una composición mucho más sabrosa, jugosa, cremosa y suave.
-
Las regiones geográficas de elaboración son distintas. La Mozzarella está elaborada en la región de Campania, mientras que la Burrata está elaborada en la región oriental de Apulia.
-
En cuanto a la forma de su preparación, cabe destacar que la Burrata siempre la encontraremos elaborada con forma de “saquitos”, mientras que la Mozzarella se presenta en múltiples formatos como en bolas de 6 a 12 cm, trenzas “treccia”, bloques rectangulares o en pequeños trozos redondos “bocconcini”.
-
La Burrata al ser tan cremosa y de sabor pronunciado, apenas necesita acompañamientos. Basta solo con añadir un chorro de aceite de oliva virgen extra, unos granos de sal, pimienta recién molida y podrás disfrutar de esta maravilla del mundo lácteo. Mientras que la Mozzarella es un producto de sabor más neutro y es perfecta para acompañar ensaladas, tomates, y como no, como base de cualquier pizza, coca o tosta.
-
La temperatura óptima para consumir la Burrata es la del ambiente, nunca demasiado fría, mientras que la Mozzarella admite consumirla bien fría aportando frescor a múltiples combinaciones con vegetales.
DETALLES NUTRICIONALES
En cuanto al nivel nutricional y organoléptico, hay que estudiarlos por separado. La experta en nutrición y dietética Ana Núñez, de Nutrición Clinic, ayuda a diferenciarlos para saber elegir cuando estos dos alimentos se presentan en una carta de restaurante o si queremos usarlos en una receta casera y no sabemos cuál de los dos escoger. «Ambos se pueden elaborar con leche de búfala o de vaca y son quesos frescos, siendo la mozzarella algo más magro, por lo que contiene menos grasa», desvela la experta. Por lo tanto, a nivel nutricional son diferentes: mientras que la burrata contiene más grasas (uno 20 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto), la mozzarella presenta niveles más bajos: «en torno a los 13 gramos de grasa por cada 100 gramos», señala la nutricionista Nuñez, que añade que «si la burrata es más calórica, la mozzarella tiene un contenido proteico superior: «unos 17 gramos por cada 100 gramos del producto frente a los 14 gramos de la burrata».
Pero, ¿qué es la mozzarella y qué es la burrata?
La primera es un «quesos de pasta hilada» por su procesamiento. Se llaman así porque su cuajada se amasa hasta que se puede dar la característica forma de bola. Este procedimiento también se sigue con la parte exterior de la burrata, pero es en el interior donde encontramos las diferencias: «Al abrir las bolas de queso es cuando vemos la diferencia ya que la burrata es mucho más cremosa porque se le ha añadido nata (a la pasta que se forma se le llama queso ‘stracciatella’), y por eso se funde cuando la cortamos», comenta la nutricionista Ana Núñez, algo que no ocurre con la mozzarella, que sigue teniendo esa consistencia dura que permite partirla en rodajas.
«Debemos fijarnos, como siempre, en el etiquetado. Los ingredientes de la mozzarella serán leche pasteurizada y cuajo, mientras que en la burrata encontraremos, además, nata. Generalmemte. Ambos llevarán fermentos lácticos y pueden llevar algún corrector de la acidez y sal, aunque hay que buscar las versiones más bajas en sal», aconseja Ana Núñez. Sin embargo, según avisa la experta, hay que estar atento a otro componente: el azúcar. «Hay que prestar atención a que no se le haya añadido azúcar a la burrata, una estrategia que se utiliza en industria, y empeoraría la calidad nutricional del producto», dice.
CONCLUSIONES
1) Tanto la burrata como la mozzarella han de estar en nuestra dieta semanal acompañados de verduras frescas o cocinadas.
2) En dietas más bajas en grasa podremos comer con mayor frecuencia mozzarella.
3) Para ocasiones puntuales en las que busquemos más sabor y untuosidad en nuestro plato, usaremos la burrata.
2) En dietas más bajas en grasa podremos comer con mayor frecuencia mozzarella.
3) Para ocasiones puntuales en las que busquemos más sabor y untuosidad en nuestro plato, usaremos la burrata.